El Real Conservatorio de Artes: Institución precursora de la Ingeniería española

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18 de mayo a las 18:00 h.

Puedes verlo aquí:

PROGRAMA

18:00h Presentación de la jornada a cargo de los decanos del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Aragón y La Rioja y Colegio de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos, Salvador M. Galve Martín y Rafael López Guarga.

18:15h Presentación del ponente a cargo de Pilar Fiteni Mera, Ingeniera de Caminos, Canales y Puertos, Ingeniera Industrial y Vicedecana del CICCP – Demarcación de Aragón.

18:30h Charla sobre el “Real Conservatorio de Artes”: Los Inicios de la Ingeniería en España a cargo de Pio Javier Ramón Teijelo, Dr. Ingeniero Industrial e interventor del COIIAR.

19:15h Mesa redonda.

PONENTE: PÍO JAVIER RAMÓN

Jornada organizada en colaboración con

logotipo ciccp

Resumen de la jornada:
El Real Conservatorio de Artes de Madrid fue fundado en 1824. Ubicado inicialmente en la Calle del Turco (hoy Marqués de Cubas). Tuvo como precursor al Conservatorio josefino de 1810 y fue un claro exponente de la articulación entre las estrategias ilustradas y ochocentistas para el desarrollo de la técnica española en un momento de desierto cultural y tecnológico, tras los respectivos cierres de la Escuela de Caminos (en 1808 y 1823). Heredero directo de los fondos del Real Gabinete de Máquinas del Buen Retiro, fundado por Agustín de Betacourt en 1788, con la colaboración de Juan López de Peñalver, ambos pensionados en la École des Ponts et Chaussés parisina (equipo hidráulico). Betancourt funda y dirige la Escuela de Caminos en 1802 y Peñalver le sucede al frente del Real Gabinetes. Será este último, rescatado para la administración de Fernando VII, quien promueva la fundación del Real Conservatorio en 1824, pasando a ser su primer director. Entre 1824 y 1835, el Conservatorio fue refugio de los ingenieros de caminos, como Antonio Gutiérrez y Juan de Subercase, hasta la definitiva apertura de su escuela en 1835.
En 1829 López de Peñalver intenta convencer al ministro López Ballesteros para fundar en Madrid, una Escuela de Ingenieros, a semejanza de la École Centrale des Arts et Manufactures de París. Aunque situación de bancarrota del Estado durante la década absolutista lo impidie, Peñalver consigue la aprobación para enviar como pensionados a la École Centrale a alumnos aventajados del Real Conservatorio, con el objeto de que a su regreso fueran los profesores de una futura Escuela Central de Artes y Manufacturas en Madrid. La Escuela de Caminos convive con el Conservatorio en el mismo edificio hasta 1845, fecha en que se separan y reparten salomónicamente los fondos del Gabinete de Máquinas. A partir de entonces el Conservatorio evoluciona y queda absorbido por el Real Instituto Industrial en 1850, la primera Escuela Oficial de Ingenieros Industriales de España.
No obstante, el Conservatorio fue bastante más que un centro docente ya que asume tareas no regladas en la más pura tradición ilustrada de las sociedades económicas de amigos del país y también del parisino Conservatoire National des Arts et Métiers. Muestra de ello son sus funciones como Oficina Nacional de Patentes, introductor del Sistema Métrico Decimal, promotor de exposiciones industriales y conferencias para el fomento de la agricultura, etc. Pierde su función docente en 1886, con la segregación de la Escuela Central de Artes y Oficios y la de Comercio, aunque pervive hasta su desaparición en 1887, tras la pérdida de sus atribuciones como oficina de patentes y marcas.

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